Los cuatro mundos cabalísticosLos 4 planos de la creación
Los cuatro mundos (olanim) comprenden cuatro grupos de sefirot del árbol de la Vida: Olam Ha'Atziluth, el mundo de la emanaciónAtziluth agrupa los sefirot Kether, Hokmah y Binah. Es el mundo (olam) más próximo de la esencia divina (Ain Soph Aur), del gran Todo, del Único. Atziluth es el mundo de lo divino en el que se produce el halito original de la vida. De la misma manera que cada sefira está presente en cada uno de los otros sefirot, cada mundo (olam) está presente en los otros mundos (olanim). Atziluth no solo está presente en Kether, Hokmah y Binah sino igualmente en los otros olanim y en los otros siete sefirot. Así, este mundo o plano siempre evocará el principio de emanación original y sus funciones en la toda la creación y en todas las creaturas del universo. Según la literatura cabalística, el color asociado a este mundo es el blanco, y los aspectos manifiestos en la evolución e involución son los siguientes:
Olam Ha'Briah, el mundo de la creaciónEl mundo de la creación (Briah) agrupa los sefirot Chesed, Geburah y Tipheret. Es el mundo que inicia realmente el universo, después de la separación de Daath. Las creaturas de ese mundo son los Arcángeles. Este mundo espiritual y de elevación intelectual está asociado al color azul del cielo. Su elemento alquímico es el Aire, elemento de la elevación espiritual.
Olam Ha'Yetzirah, el mundo de la formaciónEl mundo de la formación (Yetzirah) agrupa los sefirot Netzah, Hod y Yesod, es el que ve la realización de Malkut del cual es directamente emanado. Las creaturas que habitan este mundo son los ángeles, seres de poder moderado que ejecutan generalmente la voluntad de las entidades superiores, los Arcángeles de Briah. Es la última etapa antes de la formación de la Tierra y de todas las creaturas terrestres. En Yetzirah los sefirot están asociados y aspectados por los planetas astrológicos de nuestro universo geocéntrico, donde la Tierra es posterior a todos los otros cuerpos celestes. Es el mundo de la emoción y de la psiquis. El color asociado a Yetzirah es el violeta y se le atribuye una correspondencia con el elemento alquímico Agua, la fuente que nutre el mundo.
Olam Ha'AsiahEl mundo de la acción que contiene solamente un sefira, Malkut, el sefira final. Las creaturas de este mundo son solamente servidores del designio divino. Es el mundo del cuerpo, el más denso, el mundo material. El color asociado es el rojo sangre y corresponde al elemento alquímico Tierra.
Correspondencias entre los mundosLos aspectos macrocósmicos y microcósmicos de cada uno de estos cuatro mundos no pueden ser considerados aisladamente sino que están ligados entre sí y se relacionan en una estricta “correspondencia”. El Hombre es una imagen del Universo, de los mundos que lo forman y de los seres que los habitan. Según la correspondencia de la Cábala con el Tarot de Eliphas Levi (completada por Oswald Wirth) podemos establecer el cuadro siguiente.
Este concepto permite de aprehender simbólicamente la circulación de energías entre nuestro mundo físico y los diferentes planos que llevan hasta la consciencia divina. Esto nos muestra el descenso de las energías desde lo divino hasta nosotros y después el ascenso desde nosotros hacia lo divino. Esta idea de cuatro mundos que permanecen unidos en partes iguales también ha sido retomada por Sallie Nichols en la descripción del Arcano XI El Mundo, a los cuales ella agrega las cuatro funciones psíquicas del análisis junguiano, la Creatividad, la búsqueda de perfección, el poder emocional y la estabilidad. (*) (*) ”En la psicología de Jung, el número tres alumbra también al cuatro, resultando de esto una nueva sensación de unidad. Fue Jung quien observó que el hombre nace con cuatro potencias características que le ayudarán a captar las experiencias y derivar de ellas enseñanzas para su provecho. Las llamó las cuatro funciones, pues representan modos característicos de trabajar de la mente o de la psique. A las dos funciones con las cuales captamos el mundo las llamó sensación e intuición y, como estas dos operan de manera espontánea más que racional, las calificó de funciones irracionales. A las otras dos funciones, pensamiento y sentimiento, las llamó racionales, pues son las que describen de qué manera evaluamos y ordenamos nuestra experiencia.” Sallie Nichols, Jung and Tarot: An Archetypal journey, Samuel Weiser, Maine, 1980, pg 109 y pg 309 |