Las tres raíces del mal

Estas son las tres causas últimas del sufrimiento:

Tanhā (en sánskrito tṛṣṇā ) es un término en pali (el idioma de las escrituras budistas) que significa específicamente anhelo o deseo fuera de lugar. Los budistas reconocen que puede haber deseos positivos, como el deseo de iluminación y buenos deseos para los demás. Un término neutral para tales deseos seria chanda.

A las 3 raíces del mal (Akuśala-Mūla) son la Codicia (Lobha), el Odio (Doṣa) y el engaño (Moha), lo opuesto son 3 raíces del bien: No codicia (Alobha), No odio (Adosa) y No engaño (amoha).

Codicia (Lobha): deseo, deseo, autocomplacencia, deseo de riqueza y fama, apego y lujuria. Tiene el concepto de agarrar un objeto. Se manifiesta como no darse por vencido y su causa próxima es ver el disfrute en las cosas que conducen a aferrarse y no soltar. Por ejemplo, acumular cosas. El robo, la conducta sexual inapropiada y la codicia son hechos deméritos debido a la codicia. El antídoto de la codicia es la generosidad (Dana).

Odio (dosa): Resentimiento, disgusto, rencor, ira, venganza e irritabilidad. Es vicioso, se esparce como veneno, y su causa inmediata es motivo de enfado. Matar, hablar con dureza, mentir, hablar con calumnias y la mala voluntad son hechos deméritos debidos al odio. El antídoto del odio es la bondad amorosa.

Delusión (Moha): Ignorancia, puntos de vista erróneos y aburrimiento. Tiene la característica de desconocimiento, ausencia de visión correcta y es la raíz principal del mal. La ignorancia de las 4 nobles verdades es el primer eslabón del origen dependiente. La visión equivocada y la charla frívola son actos deméritos debido a la ilusión. El antídoto del engaño es la sabiduría.