El Buda Siddhārtha Gautama

Historia y Leyenda

SIDDHĀRTHA GAUTAMA. (Sánskrito; Pali: Siddhatta Gotama) fundador del budismo (ver Dharma de Buda*), Buda histórico. Siddhartha nació en 566 o 63 a. de C. de una familia aristocrática de la línea Shakya, con domicilio en Kapilavastu, un pueblo en el actual Nepal. Suddhodana, su padre, era el jefe de los Shakyas. Māyâdevi, su madre, lo dio a luz en el bosque de Lumbinῑ y murió siete días después de su nacimiento. El niño fue criado por una tía materna llamada Mahāprajāpati.

Tuvo una niñez protegida, creció en un medio acomodado y se casó con la joven Yashodharā a los dieciséis años. Tras el nacimiento de su hijo Rāhula, decidió dejar su hogar: tenía 29 años. Siguió las enseñanzas de varios ascetas sin lograr su objetivo, la liberación. Luego abandonó el camino del ascetismo para volverse a la meditación y logró la Iluminación perfecta o “Despertar” (Bodhi) a la edad de 35 años. Consciente de la incomunicabilidad de la experiencia de la Iluminación, comenzó por guardar silencio; luego, ante la insistencia de sus compañeros, accedió a exhibir el fruto de su experiencia.

Pasó el resto de su vida predicando de un lugar a otro; un gran número de discípulos se reunieron a su alrededor. Siddhartha Gautama, a quien uno le había dado el apodo de Shākyamuni (“el Sabio del linaje de Shākya”), murió a la edad de 80 años, intoxicado por una comida en mal estado.

Leyendas

Varias leyendas se han injertado en torno al nacimiento de Siddhartha. Su madre soñó que un Bodhisattva había penetrado en su cuerpo en forma de elefante blanco. Siddhartha habría salido de la cadera derecha de su madre que estaba de pie, aferrada a las ramas de un árbol. Cuenta la leyenda que el recién nacido habría dado siete pasos hacia cada uno de los diferentes puntos cardinales, extendiendo un brazo hacia el cielo y el otro hacia la tierra, y habría dicho: “Soy el más alto del mundo; esta es mi última encarnación; pondré fin al sufrimiento del nacimiento, de la vejez y de la muerte”. Con cada paso, una flor de loto brotaba del suelo. Se encuentra representada esta leyenda frecuentemente en la iconografía budista.

Desde su nacimiento, Siddhartha portó los signos distintivos de la perfección y los profetas anunciaron que sería un gran soberano (Chakravartin), o un “despierto” (Buda). Cuatro señales debían indicarle el camino que le estaba destinado. Su padre, que quería que Siddhartha lo sucediera, hizo que su hijo tuviera la mejor educación posible y evitaba cuidadosamente dejarle vislumbrar el más mínimo espectáculo que pudiera llevarlo de vuelta al camino de la religión. Sobre todo, trató de ahorrarle todo daño y toda necesidad.

Sin embargo, Siddhartha salió de su casa y no regresó hasta haber visto por la ciudad los cuatro signos predichos: estos signos eran un anciano, un enfermo, un muerto y un monje. Según la leyenda, estos cuatro personajes habrían sido manifestaciones divinas, que aparecieron a Siddhartha para atraerlo al camino de la budidad. Siddhartha reconoció en las tres primeras apariciones símbolos del sufrimiento del mundo; y en el cuarto le pareció un presagio de su propio destino.

Entonces se dio como misión superar el sufrimiento y se unió a varios maestros que, como era costumbre en aquellos tiempos en la India, vieron en el ascetismo la única posibilidad de logro. Sus principales maestros fueron Ārāda, Kālāma, y Rudraka Ramaputra.

Pero sus prácticas dejaron insatisfecho a Siddhartha y decidió buscar la salvación por su cuenta. Cinco discípulos lo siguieron. Después de años de un ascetismo extremadamente severo -e infructuoso- que lo llevó al borde de la muerte, concluyó que esta práctica no podía llevarlo a la meta deseada y comenzó a comer de nuevo. Decepcionados, sus compañeros lo abandonaron.

Siddhartha luego fue a Bodh-Gaya, se sentó bajo el árbol Bodhi y juró permanecer en meditación hasta que hubiera traspasado el misterio del sufrimiento. Después de 49 días de intensa meditación, logró, a pesar de las tentaciones de Mara, alcanzar la Iluminación perfecta: tenía 35 años. Desde ese momento Siddhartha fue un Buda, un “despierto”; sabía que ya no estaría sujeto a la obligación de renacer a una nueva existencia.

Consciente de que la esencia de su experiencia de la Iluminación no era ni concebible en forma de palabras ni transmitida a otros por de ninguna forma, el “despierto” continuó enmudecido en su meditación bajo el árbol Bodhi de Bodh-Gaya.

Cuando volvió a encontrarse con sus cinco antiguos compañeros, éstos observaron la metamorfosis de Siddhartha. Su resplandor fue tal que los cinco hombres, a pesar de su desconfianza inicial, estaban convencidos de que Siddhartha había encontrado la liberación que había buscado en vano en el camino del ascetismo. Le pidieron que los instruyera; entonces, movido por la compasión y ante el sufrimiento de las criaturas , el Buda rompió su silencio. Comenzó a enseñar el camino que conduce a la experiencia del despertar y la liberación. Basado en su propia experiencia de la iluminación, formuló su teoría de las Cuatro Nobles Verdades, la Ley de Producción Condicionada (Pratîtya-Samutpâda*) y del Karma. Dio su primer sermón en el bosque de las gacelas de Benarés. La tradición budista habla sobre este tema como “la puesta en marcha la rueda de la Ley”.

Sus cinco antiguos compañeros se convirtieron en sus primeros discípulos y formaron el corazón de la naciente Sangha, seguido un largo período de enseñanza. El buda generalmente permaneció en las regiones de Rājagriha y Vaishālῑ; iba de pueblo en pueblo, mendigando su comida. El número de sus seguidores creció rápidamente. La adhesión del rey de Magadha, Bimbisāra, como adepto laico (upāsaka), marcó un punto de inflexión decisivo en el desarrollo de la Sangha; el rey ofreció un monasterio al Buda, no lejos de la ciudad de Rājagriha. Los principales discípulos del Buda fueron Ananda*, Shāriputra y Mahāmaudgalyāyana. Fue en este época que se fundó la orden femenina, destinada a las monjas (bhikshunî).

Pero el Buda también tuvo que defenderse de sus adversarios. Su primo Devadatta, que quería tomar la cabeza de la comunidad, resolvió hacer matar al Buda, pero su plan fracasó, aunque Devadatta, sin embargo, logró provocar una división dentro de la Sangha, Vaishālῑ, defendiendo el ascetismo rechazado por el Buda. Según el Mahāparinibbāna-Sutta*, e1 Buda habría consumido un alimento en mal estado en Kushinagara, alrededor del 486 o 48 a. C.; habría entrado en el Parinirvāna*, acostado sobre su lado derecho, mirando hacia el Oeste. La tradición Pali sostiene que Buda murió - en un día de luna llena en abril o mayo. Pero, según los textos sánskritos, ésto habría ocurrido en la luna llena de noviembre.

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