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El origen de la teoría cosmogónica de la filosofía occidental según la cual el Universo se compone de cuatro elementos ya se encuentra en los filósofos presocráticos, principalmente Empédocles en el siglo V a. J.C. Según esta teoría, el universo físico y material está compuesto por cuatro Elementos: Aire, Fuego, Agua y Tierra. Según el pitagórico Alcmeon, estos elementos se determinan a partir de cuatro estados de la materia (frio, caliente, húmedo y seco) que debían combinarse de cierta manera armónica para poder manifestarse materialmente. Aristóteles pone un poco de orden en estos cuatro elementos: abajo esta la tierra, después el agua, el aire y el fuego, a los cuales se agrega un quinto elemento que los combina y contiene, el éter. (1)
Estos elementos están en la base de la Alquimia. Provienen de la teoría básica de Aristóteles, revisada por los eruditos árabes y musulmanes de la Edad Media, que explica la composición del mundo utilizando los cuatro elementos y las cuatro cualidades. El objetivo de la Alquimia, ciencia ancestral de la química moderna, es explicar la realidad, comprender, y al mismo tiempo reproducir la composición de las cosas. Pero para la Alquimia los cuatro elementos no son componentes materiales, porque la materia es singular y compuesta por un elemento único.
Los cuatro elementos son los diferentes estados básicos de la materia. Es decir, que corresponden a los estados generales y apariencias de la materia. La Tierra es el símbolo y el soporte del estado sólido. El Agua, símbolo y soporte de la liquidez. El Aire, de la volatilidad. El Fuego, más sutil todavía, responde al mismo tiempo a la noción sustancial del fluido etéreo, soporte simbólico de la luz, del calor, la electricidad…
La analogía del comportamiento físico de los cuatro elementos con los cuatro tipos singulares de personalidad fue adoptada en la época de de los astrónomos los griegos que dividían el cielo en cuatro cuadrantes. A partir de las 2 dualidades Tierra/Agua y Fuego/Aire asignaron un elemento a cada cuadrante. Cuando los astrólogos dividieron el zodiaco en 12 signos, fue natural asignar tres signos astrológicos a cada elemento y poder así describir más fácilmente los rasgos básicos del carácter. Los signos de Fuego son Aries, Leo y Sagitario. Signos de Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio. Signos de Aire: Géminis, Libra y Acuario. Signos de Agua: Cáncer, Escorpio y Piscis.
Son estos cuatro elementos o estados los que están presentes en las cartas españolas e italianas, simbolizados por los cuatro palos: Aire, Espadas; Fuego, Bastos; Agua, Copas y Tierra, Oros. La baraja española corriente consta de 48 o de 40 cartas divididas en 12 o 10 cartas por cada palo. Ellos representan las características y las influencias que los elementos ejercen en nosotros. Los cuatro Elementos representan las diversas maneras que tiene la persona de percibir el mundo y a sí mismo. Cada uno de los seres humanos tiene en sí mismo un grado mayor o menor de armonía de los elementos y su acción lo vincula con el mundo a través de las energías elementales. Los cuatro elementos también se encuentran en la baraja francesa. Sin entrar en detalles (a veces controvertidos), los tréboles son las hojas de los Bastos, los diamantes son riqueza como los Oros, las Picas son la punta de las lanzas (Espadas) y el Corazón (de Jesús) se corresponde con las Copas (cáliz o Grial).
Los cuatro Elementos también están presentes en el Tarot de Marsella. Los 56 Arcanos Menores se dividen en cuatro palos de 14 cartas cada uno. Cada “palo” está compuesto por una serie numérica que va del 1 (As) al 10, y 4 figuras (Sota, Caballo, Reina, Rey) que representan personajes del viejo régimen real.
(1) Empedocles, natural de Akragas (Agricento), colonia dórica de Sicilia, (hacia 450 a.J.C.) concibe el Ser como eterno e indestructible, pero integrado por cuatro “raíces” (τέσσαρα πάντων ριζώματα). Nunca habló directamente de “elementos” pero la forma divina de esas cuatro raíces son: Zeus (Helios o Hefaistos es el fuego), Nestis (divinidad siciliana que representa el agua), Hera (simboliza el aire), Hades (Aidoneus, la tierra). Contemporáneo a esta época Griega, Kongzi (Confucio) en la China, compilador del “clasico de los documentos” (Shu Jing) habla en la "Gran Regla" de un Universo formado por 5 elementos: Agua, Fuego, Madera, Metal y Tierra.
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