artes adivinatorias
Tirada Tarot 3 arcanos
Tirada de Runas online
Tirada de I Ching online
Tarot: cuestiones de trabajo y dinero
Tarot: cuestiones sentimentales
Carta Natal
Tránsitos planetarios
Previsiones
Sinastria
Coaching
Consulting
Tarot profesional(*)
* Tiradas avanzadas con las 78 cartas del Tarot
Acceso Página Personal
Home
La Bhagavad-Gîta, contiene las enseñanzas que Krishna imparte a Arjuna dándole los métodos de realización de sí mismo o yogas. Comúnmente se los divide en cuatro clases de yoga, que pueden corresponder a la actitud personal de cada uno: 1. El Raja Yoga es, en general, aquietar la mente y el cuerpo por medio de técnicas de meditación, orientadas a la realización de nuestra verdadera naturaleza. 2. Bhakti Yoga es simplemente el amor y la devoción, practicadas como adoración de varias deidades hindúes, o de otra religión. 3. Karma Yoga es la acción orientada esencialmente actuando o haciendo los deberes de uno en la vida, y sin deseo o expectativa de recompensa. 4. El Jñâna Yoga es un proceso de aprender a discriminar entre lo que es real y lo que no lo es, lo eterno y lo que no lo es; implica una sabiduría directa de lo correcto.
A pesar de que cada camino sea diferente, su objetivo fundamental es uno y el mismo: hacer realidad Brahman (la unión e identificación con el uno absoluto). Para esta filosofía, esta realidad es la única verdad. El cuerpo es temporal, pero el alma (Âtman) es infinito y uno con Brahman. El objetivo del Yoga es el Nirvana o Moksha que es la liberación del ciclo de la reencarnación samsara a través de la realización de la unidad con la realidad última. Relativos a esta división (un poco arbitraria) y el yoga en general, se destacan en la Bhagavad-Gîta los siguientes pasajes (*):
19. El Yogui que, recogido en sí mismo, se haya absorto en la contemplación de la Luz
interior, ha hecho de su alma una lámpara cuya luz, al abrigo del viento, permanece
inalterable sin la mínima oscilación.
20. Cuando la mente descansa con sosiego en la inalterable contemplación del Yoga,
cuando por la gracia del Señor del Espíritu, obtiene la visión del Espíritu: entonces
experimenta dicha plena.
21. De este modo conoce el auténtico buscador la dicha de la eternidad que está fuera
del alcance de los sentidos. Ahí se queda y ya jamás se aparta de la Verdad. Esta visión interior está más allá de la razón.
(…)
27. Sólo de este modo llega el Yogui al gozo supremo que habita en su corazón cuando
éste está en calma, en paz y carente de pasiones, limpio de pecado y en unión absoluta con Brahman, Dios. (Bhagavad-Gîta, VI, 19-21, 27)
10. El Yogui debe dedicarse con anhelo al recogimiento espiritual, viviendo aislado en su solitario retiro interior, en su lugar secreto. Teniendo su mente bajo control, ni espera nada ni desea nada.
11. Ha de encontrar un lugar puro y calmo, procurándose un asiento cómodo, ni muy alto ni muy bajo, teniendo como firme de apoyo un terreno con yerba, o bien una piel, o si no, algún tipo de tejido para poner debajo.
12. Una vez preparado así el asiento, en total reposo ha de practicar el Yoga, para la purificación de su alma, uniendo su mente con la fuerza vital que habita en su cuerpo hasta poner su mente en paz. En este silencio, el alma se encuentra en presencia del Uno.
13. Con el cuerpo recto, al igual que el cuello y la cabeza, relajado y quieto, sin moverse;
reposando la vista interior, que vaga en varias direcciones, y reposándola con calma y concentración en medio de las cejas.
14. Con ánimo sereno y libre de temor, con firme determinación en su voto de entrega a
la santidad, dejando a un lado todo pensamiento, ha de descansar su alma en Mí, su Dios Supremo.
15. El Yogui que tiene su mente bajo control y vive de esta suerte, dueño de su inteligencia
y constantemente unido a su yo superior, obtiene la paz del supremo Nirvana
que reside en Mí.
16. Pero la práctica del Yoga, oh Arjuna, es armonía; no da sus frutos a aquéllos que
comen con exceso o ayunan en demasía, ni tampoco a los que apenas duermen, ni a
los que duermen demasiado. (Bhagavad-Gîta, VI, 10-16)
6. Mas aquéllos para quienes Yo soy su Fin Supremo y me entregan las riendas de su vida, ofreciéndome los frutos de todas sus acciones.
7. Aquéllos que, con amor puro, meditan en Mí y me adoran, muy pronto quedan libres de las influencias del océano de Maya. Ya no son muertos en vida, pues libres están ya de la muerte, al entregarme su vida a Mí.
8. Pon todo tu amor únicamente en Mí y entrégame tu mente. De este modo, en verdad,
encontrarás en Mí vida eterna.
9. Mas si no te resulta fácil entregarme tu mente, entonces intenta entregármela mediante la práctica del Yoga de la concentración – (Raja-Yoga). (Bhagavad-Gîta, XII, 6-9)
(…)
26. Aquél que Me ama y Me adora, y trabaja para Mí como una muestra de su devoción incondicional: éste va más allá de los tres poderes y se hace uno con Brahman, el UNO.
27. Siendo Yo la Suprema Morada de Brahman, soy la Fuente inagotable de vida eterna.
La ley de la justicia es mi ley, y el gozo que se obtiene de Mí, es un gozo infinito. (Bhagavad-Gîta, XIV, 26-27)
11. Las acciones de un auténtico yogui buscan únicamente la purificación de su alma; él aparta de sí todo deseo egoísta. Tan sólo es su cuerpo, o sus sentidos, o su mente, o su razón, lo que ejecuta las acciones.
12. El devoto que renuncia al fruto de sus acciones, consigue la paz eterna. Por el contrario,
el hombre que, acuciado por sus deseos y carente de devoción, busca la recompensa de sus acciones, de este modo se encadena a la esclavitud del apego a losresultados.
13. Aquella alma realizada que ha entregado su mente, desapegándola de todo resultado, y que descansa en la dicha de la paz que encuentra dentro del castillo de nueve puertas (que es su cuerpo), jamás actuará por egoísmo, ni inducirá a otros a actuar así. (Bhagavad-Gîta, V, 11-13)
Jñâna Yoga, el yoga de la discriminación y de la sabiduría directa
1. A este cuerpo, oh Arjuna, se le llama el Campo. Y aquél que lo conoce se le llama el conocedor.
2. Has de saber que Yo soy el conocedor de todos los campos de Mi creación pues, de la consciencia que puede ver el Campo y el conocedor del Campo, es de donde se origina el verdadero Conocimiento.
(…)
26. ¡Oh Arjuna! Cualquier cosa que tome existencia en este mundo, ya sea inmóvil o capacitado de movimiento, has de saber que es el resultado de la unión del Campo (el cuerpo) y del conocedor del Campo.
27. Aquél que reconoce en todo cuanto sus ojos ven al Inmutable Señor de todas las cosas, reconoce lo único inmortal en el Campo mortal. Éste conoce la Verdad.
28. Quién reconoce como idénticos al Dios existente en sí mismo y al Dios que late en
todo lo creado, no hiere a otros, porque en ellos se ve a sí mismo, y de este modo,
con seguridad alcanza la Meta Suprema.
29. Aquél que reconoce que es tan sólo la naturaleza la que realiza todas las acciones
que se realizan por doquier, en este mundo cambiante, mientras que el Espíritu meramente
observa su trabajo, éste en verdad discrimina con acierto.
30. Cuando un hombre puede ver que toda la infinita variedad de seres es una manifestación
del Uno, y que todos son uno en El, éste se hace Uno con Brahman.
(*) Estos pasajes han sido tomados de la traducción española de la Bhagavad Gita (el Canto del Señor) de Julio Pardilla, que puede conseguirse fácilmente en la red.
Yoga y Tantrismo
La Filosofía hinduísta
Los darśanas ortodoxos
Filosofia vedânta
Filosofia Samkhya
Historia del Yoga
La Bhagavad Gita
Diversos Yogas
El Yoga clásico
Filosofía tántrica
Trika
Escuela Kula
Escuela Krama
Escuela Spanda
Escuela Pratyabhijña
El Hatha Yoga
Los chakras y los nadis
El pranayama
El abhyasa
Los Tattvas
Esquema de los Tattvas
Textos
Yoga sutras de Patañjali
Textos tántricos
Textos Hatha Yoga
La gramática de Panini
glosario yoga